El fin de la era dorada del fútbol de España
Los medios de prensa anuncian el fin de la era dorada del fútbol de España, esta vez Italia tomó la fusta y ejerció de verdugo en la Eurocopa de fútbol, con sede en varias ciudades francesas.

La magia de Andrés Iniesta, el control de Sergio Busquets, la seguridad de Sergio Ramos y Gerard Piqué, y la juventud de los delanteros españoles fueron incapaces de frenar la inspiración de la "azzurra", comandada por el notorio estratega Antonio Conte.
A todas luces, el ciclo de Vicente del Bosque, técnico de la "Furia Roja" desde hace ocho años, parece terminado y la danza de posibles sustitutos aflora en cada rincón: Julen Lopetegui, José Antonio Camacho y Joaquín Caparrós son los nombres más mencionados.
Esa derrota ante Italia, por 0-2, ratificó que el fiasco del Mundial de Brasil-2014 no fue obra de la casualidad, y además dejó al descubierto las falencias del entrenador, quien apostó por jugadores históricos en lugar de acometer un relevo generacional a fondo.
Sin duda, el nivel de los nuevos jugadores es inferior a la generación de oro, aquella liderada por los excelsos Xavi Hernández, Xabi Alonso, David Villa o Íker Casillas, aunque Busquets e Iniesta todavía forman parte de la superélite del balompié.
Las actuaciones de los dos primeros partidos en la Eurocopa fueron solo una ilusión, sostenida por la mejor versión de un Iniesta, quien con 32 años cargó con el peso de la selección.
Pero en los enfrentamientos ante Croacia e Italia la circulación de la pelota fue lenta y el peligro generado en ataque por España fue prácticamente nulo.
Frente a los croatas, La Roja pedía a gritos la inclusión del extremo Lucas Vázquez y no la entrada de un recuperador como Bruno Soriano para aguantar el empate. España se mostró conformista y sin deseos de ir al frente.
Contra los italianos, más de lo mismo. Poco toque y verticalidad limitada, con cambios desacertados hasta la tardía entrada de Vázquez. La defensa se mostró errática ante los embates rivales y el arquero David De Gea, providencial en ocasiones, se notó falto de confianza.
La Furia Roja erigió una supremacía brutal entre 2008 y 2014, cuando revolucionó la forma de jugar al fútbol. Fue una época gloriosa, repleta de títulos y récords.
Pero tras seis años de hegemonía, los recientes fracasos hacen innegable la caída del "imperio" español y ponen fin a la era dorada, que incluyó un título del mundo y dos coronas europeas.
A todas luces, el ciclo de Vicente del Bosque, técnico de la "Furia Roja" desde hace ocho años, parece terminado y la danza de posibles sustitutos aflora en cada rincón: Julen Lopetegui, José Antonio Camacho y Joaquín Caparrós son los nombres más mencionados.
Esa derrota ante Italia, por 0-2, ratificó que el fiasco del Mundial de Brasil-2014 no fue obra de la casualidad, y además dejó al descubierto las falencias del entrenador, quien apostó por jugadores históricos en lugar de acometer un relevo generacional a fondo.
Sin duda, el nivel de los nuevos jugadores es inferior a la generación de oro, aquella liderada por los excelsos Xavi Hernández, Xabi Alonso, David Villa o Íker Casillas, aunque Busquets e Iniesta todavía forman parte de la superélite del balompié.
Las actuaciones de los dos primeros partidos en la Eurocopa fueron solo una ilusión, sostenida por la mejor versión de un Iniesta, quien con 32 años cargó con el peso de la selección.
Pero en los enfrentamientos ante Croacia e Italia la circulación de la pelota fue lenta y el peligro generado en ataque por España fue prácticamente nulo.
Frente a los croatas, La Roja pedía a gritos la inclusión del extremo Lucas Vázquez y no la entrada de un recuperador como Bruno Soriano para aguantar el empate. España se mostró conformista y sin deseos de ir al frente.
Contra los italianos, más de lo mismo. Poco toque y verticalidad limitada, con cambios desacertados hasta la tardía entrada de Vázquez. La defensa se mostró errática ante los embates rivales y el arquero David De Gea, providencial en ocasiones, se notó falto de confianza.
La Furia Roja erigió una supremacía brutal entre 2008 y 2014, cuando revolucionó la forma de jugar al fútbol. Fue una época gloriosa, repleta de títulos y récords.
Pero tras seis años de hegemonía, los recientes fracasos hacen innegable la caída del "imperio" español y ponen fin a la era dorada, que incluyó un título del mundo y dos coronas europeas.