Egipto espera giro en pláticas sobre presa en el Nilo
El Cairo teme que la puesta en funcionamiento de la represa, la mayor del continente, limite el flujo del Nilo, insuficiente ya para satisfacer las demandas de su población, la cual supera los 100 millones de habitantes.
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Gran Presa del Nilo.
El ministro egipcio de Recursos Hídricos, Mohamed Abdel Aty, adelantó que las negociaciones sobre la gran presa etíope en el Nilo podrían dar un giro, tras la suspensión de las pláticas a pedido de Sudán, reseñó este vienres Youm7.
Dichas conversaciones están estancadas debido a la falta de acuerdo entre las partes. La delegación sudanesa solicitó la paralización de ese proceso, pero en días siguientes podría ocurrir un cambio, subrayó el titular del sector quien dejó entrever la posibilidad de retomar las rondas de diálogos con los auspicios de la Unión Africana (UA).
Luego de nueve años de polémica e infructuosas reuniones en busca de un pacto conveniente para todos, la UA convocó a las tres naciones a sentarse a platicar, citas que permitieron avanzar en la elaboración de propuestas independientes, no así en la confección de un texto conjunto.
El Cairo teme que la puesta en funcionamiento de la represa, la mayor del continente, limite el flujo del Nilo, insuficiente ya para satisfacer las demandas de su población, la cual supera los 100 millones de habitantes.
Egipto es considerado el país más árido del mundo, el 97 por ciento de nuestros recursos hídricos provienen del exterior, comentó Aty.
La cooperación conjunta –advirtió– es una necesidad a fin de reducir los impactos en los Estados ribereños, sobre todo durante los períodos de sequía.
Por ese motivo los negociadores egipcios reclaman pautas para su llenado y régimen de operación, además de medidas dirigidas a mitigar efectos de etapas secas, postura con la que coincide Sudán.
Respaldamos el derecho de Etiopía a su desarrollo, pero instamos a que comprendan que del río depende la vida de nuestro pueblo, sin exagerar, manifestó Aty en recientes declaraciones a la prensa nacional.
El desértico territorio, depende del Nilo –su único curso de agua– para la agricultura, el consumo humano, la acuicultura, la generación de electricidad, incluso el turismo.
Mientras Addis Abeba apuesta al megaproyecto con el fin de garantizar la distribución interna de energía y exportar a otras partes de África, adicionalmente afirma que no ocasionará daños a sus vecinos.
Llamado Blanco en ciertos tramos, el Nilo recibe en Sudán las aguas del Azul, nacido en Etiopía.